
Veracruz es la novia blanca de las tierras mexicanas, visitarla es encontrarse con un trozo de la historia de nuestro país, ningún otro lugar como el bello puerto para degustar un café en tanto se sienta uno a contemplar el atardecer nostálgico de sus antiguos caserones; cuna de músicos y poetas, sus tierras están llenas de inspiración y fiesta, su gente tiene fama de picara y alegre; y es precisamente en el ultimo día de enero y los primeros días del mes de febrero que uno de sus pueblos mágicos celebra una de las fiestas patronales más vistosas y tradicionales de nuestro país, nos referimos por supuesto a la fiesta de la candelaria en el pueblo de Tlacotalpan, hermoso lugar cuyo nombre significa “Tierra Partida”, según cuenta la historia aquel lugar era un pequeño poblado donde los naturales del lugar se dedicaban a la pesca y a la navegación. Hasta ese lugar llegaron los españoles a bordo de sus embarcaciones, surcando el rio al que los propios de aquel lugar llamaban Papaloápan que significa rio de mariposas, fue entonces que maravillados por el paisaje noble y pacifico decidieron fundar un pueblo que conservo a pesar de la invasión su nombre original.
Desde aquel tiempo y hasta nuestros días Tlacotalpan ha sido inspiración de versos y canciones, lleno de tradiciones y gente amable, sus calles se llenan de un aire limpio y festivo toda vez que inicia la fiesta de la virgen de la Candelaria, la santa patrona de los pescadores que vestidos de rojo le llevan en una larga cabalgata hasta el rio y ahí le veneran en una travesía por las aguas calmas y espumosas del legendario Papaloápan, toda una fiesta de fe y velas, porque la fiesta de la candelaria se celebra llena de la luz de cientos de velas de ahí su nombre fiesta de las candelas.
Desde aquel tiempo y hasta nuestros días Tlacotalpan ha sido inspiración de versos y canciones, lleno de tradiciones y gente amable, sus calles se llenan de un aire limpio y festivo toda vez que inicia la fiesta de la virgen de la Candelaria, la santa patrona de los pescadores que vestidos de rojo le llevan en una larga cabalgata hasta el rio y ahí le veneran en una travesía por las aguas calmas y espumosas del legendario Papaloápan, toda una fiesta de fe y velas, porque la fiesta de la candelaria se celebra llena de la luz de cientos de velas de ahí su nombre fiesta de las candelas.

Una vez que inicia la fiesta saltan los bailadores y la música de arpas, guitarras, quijadas de burro y mosquitos invitan a el fandango, porque Tlacotalpan es tierra de las famosos sones veracruzanos, de sus decimas y por supuesto del zapateado en tableado. Entre sus calles se improvisan bailes y encuentros de jaraneros que acuden de varias regiones para tocar sus versadas durante la fiesta, es entonces que las mujeres lucen sus vestidos blancos y sus mejores pasos en el fandango jarocho; mojigangas, músicos y bailadores se amanecen llenando de jolgorio la plaza y las calles del pueblo. Al volver la noche aparecen los toritos de pirotecnia y comienza la cohetería que anuncia la celebración de la santa patrona y así tres días de una fiesta que parece que nunca va a terminar.
Tlacotalpan es considerado como patrimonio cultural del mundo por la UNESCO y febrero es un buen tiempo para ir a pasear por las calles de este pueblo, para encontrarse con sus antiguas casas de fachadas blancas y puertas de vivos colores, para sudar el calor de la tarde envuelto de la nostalgia de un café servido en mano, en tanto escuchamos la voz de la tradición musical de su gente, que como desde hace muchos años canta y baila para celebrar la vida en una tarde de velas.
Lic. Roberto Pérez Becerra
-Tlacotalpan No 68 México desconocido- México 1989-
-Veracruz -Guion radiofónico- Antonio Araujo-México 1999-
Tlacotalpan es considerado como patrimonio cultural del mundo por la UNESCO y febrero es un buen tiempo para ir a pasear por las calles de este pueblo, para encontrarse con sus antiguas casas de fachadas blancas y puertas de vivos colores, para sudar el calor de la tarde envuelto de la nostalgia de un café servido en mano, en tanto escuchamos la voz de la tradición musical de su gente, que como desde hace muchos años canta y baila para celebrar la vida en una tarde de velas.
Lic. Roberto Pérez Becerra
-Tlacotalpan No 68 México desconocido- México 1989-
-Veracruz -Guion radiofónico- Antonio Araujo-México 1999-