
Generación tras generación la gente de nuestra tierra celebra todos los años el día de todos los santos o día de muertos, esta es considerada por la UNESCO como patrimonio cultural intangible del mundo y aunque se celebra entre los días uno y dos de noviembre en algunos pueblos o comunidades la fiesta inicia en octubre cuando se levanta la cosecha, esto no es ninguna casualidad ya que las celebraciones de todo tipo incluyendo la del día de muertos están íntimamente ligadas con los ciclos agrícolas y antiguamente se hacía para compartir la cosecha con vivos y muertos.
Minimizada por algunos investigadores la fiesta de todos los santos ha formado parte del tejido social de nuestras comunidades y pueblos, es en escancia el reencuentro y evocación con nuestros antepasados. Algunas de estas celebraciones son reconocidas a nivel mundial por el fervor y la riqueza cultural que en ellas encontramos; bien valdría la pena visitar algunos de estos pueblos donde todavía se celebra, como desde hace muchas generaciones la fiesta del día de muertos. Dos de los pueblos más famosos por sus celebraciones en estos días son Patzcuaro y Janitzio, donde los embalses con veladoras a lo largo y ancho de sus lagos son una imagen digna de ver y los recorridos por los panteones forman parte de toda una tradición. Los rituales en estos lugares, las abundantes cenas durante las veladas y el montaje de la ofrenda son un manjar para los sentidos.
En Michoacán sin embargo hay pueblos más pequeños que no aparecen en el mapa turístico algunos conservan todo el sincretismo religioso de esta fiesta y sus celebraciones permanecen casi intactas y han variado muy poco al paso de los años, tal es el caso de un pueblito llamado Agangeo donde los ancianos conservan sus danzas y cantos dedicados a los difuntos, bien valdría la pena viajar hasta allá para escuchar los minuets que tocan los músicos tradicionales durante las velaciones de las ofrendas y no puede faltar en su itinerario presenciar la danza de las mariposas blancas, referentes obligados de la zona ya que sus bosques son ricos en especies de estas, tan es así que muy cerca del pueblo se encuentra la reserva ecológica, santuario de la mariposa monarca, y es en estos días que aparecen la mariposas blancas, que según las creencias de los propios del lugar, son las animas que revolotean anunciando su llegada.
Esta aparición durante los días de muertos no son exclusivas de los pueblos de Michoacán, estas aparecen también en las regiones del centro y sur del país, por ejemplo en la región de la sierra Zongolica la niebla baña las laderas de los bosques y junto con ella el aire se llena de pequeños pétalos blancos que no son otra cosa que mariposas blancas. -¡Son las ánimas!-, afirman los indígenas de la región. - Ya vuelven, vienen a cenar, es tiempo de prepararles alimento y el petate donde descansar- dicen los más viejos de aquellos lugares al encontrarse rodeados de las diminutas mariposas.
Minimizada por algunos investigadores la fiesta de todos los santos ha formado parte del tejido social de nuestras comunidades y pueblos, es en escancia el reencuentro y evocación con nuestros antepasados. Algunas de estas celebraciones son reconocidas a nivel mundial por el fervor y la riqueza cultural que en ellas encontramos; bien valdría la pena visitar algunos de estos pueblos donde todavía se celebra, como desde hace muchas generaciones la fiesta del día de muertos. Dos de los pueblos más famosos por sus celebraciones en estos días son Patzcuaro y Janitzio, donde los embalses con veladoras a lo largo y ancho de sus lagos son una imagen digna de ver y los recorridos por los panteones forman parte de toda una tradición. Los rituales en estos lugares, las abundantes cenas durante las veladas y el montaje de la ofrenda son un manjar para los sentidos.
En Michoacán sin embargo hay pueblos más pequeños que no aparecen en el mapa turístico algunos conservan todo el sincretismo religioso de esta fiesta y sus celebraciones permanecen casi intactas y han variado muy poco al paso de los años, tal es el caso de un pueblito llamado Agangeo donde los ancianos conservan sus danzas y cantos dedicados a los difuntos, bien valdría la pena viajar hasta allá para escuchar los minuets que tocan los músicos tradicionales durante las velaciones de las ofrendas y no puede faltar en su itinerario presenciar la danza de las mariposas blancas, referentes obligados de la zona ya que sus bosques son ricos en especies de estas, tan es así que muy cerca del pueblo se encuentra la reserva ecológica, santuario de la mariposa monarca, y es en estos días que aparecen la mariposas blancas, que según las creencias de los propios del lugar, son las animas que revolotean anunciando su llegada.
Esta aparición durante los días de muertos no son exclusivas de los pueblos de Michoacán, estas aparecen también en las regiones del centro y sur del país, por ejemplo en la región de la sierra Zongolica la niebla baña las laderas de los bosques y junto con ella el aire se llena de pequeños pétalos blancos que no son otra cosa que mariposas blancas. -¡Son las ánimas!-, afirman los indígenas de la región. - Ya vuelven, vienen a cenar, es tiempo de prepararles alimento y el petate donde descansar- dicen los más viejos de aquellos lugares al encontrarse rodeados de las diminutas mariposas.

Los rituales y costumbres de esta celebración varían mucho de región a región en nuestro territorio, hay danzas, cantos, alabanzas, peregrinaciones, visitas al panteón, montajes de ofrendas en las casas e iglesias, pero en todas predomina el respeto y amor, es un acto tan profundo y personal que lejos de la fiesta se puede afirmar que el día de muertos es una celebración de familia, de reencuentro y búsqueda de identidad, de la necesidad de saber quienes somos, de donde provenimos, es durante las veladas que las familias se reúnen y se platica de los abuelos tíos y parientes, de donde son, a que se dedicaban en vida, como eran físicamente, este acto de platicar es sin lugar a dudas el acto más importante de el día de muertos, nos dice quienes somos, de dónde venimos como era nuestra familia, esto contribuye por supuesto al fortalecimiento de los lazos familiares.
En esta celebración de todos los santos es importante saber a dónde ir y que lugares visitar, Veracruz, Michoacán o Hidalgo, son famosos por sus rituales pero lo más importante es que al visitarlos podrás descubrir el valor que esta fiesta merece, es quizás una de las piezas fundamentales en la cultura y tejido social de los pueblos de nuestro país, por ello bien vale la pena viajar hasta donde aun se celebra el día de muertos con la luz de las candelas, el aroma y color de la flor de muerto o Xampaxochitl, y que tal rodeado del humo del copal y de esa sensación de que por una noche nos podemos sentar a tomar un café con nuestros antepasados.
Lic. Roberto Pérez Becerra
[email protected]
En esta celebración de todos los santos es importante saber a dónde ir y que lugares visitar, Veracruz, Michoacán o Hidalgo, son famosos por sus rituales pero lo más importante es que al visitarlos podrás descubrir el valor que esta fiesta merece, es quizás una de las piezas fundamentales en la cultura y tejido social de los pueblos de nuestro país, por ello bien vale la pena viajar hasta donde aun se celebra el día de muertos con la luz de las candelas, el aroma y color de la flor de muerto o Xampaxochitl, y que tal rodeado del humo del copal y de esa sensación de que por una noche nos podemos sentar a tomar un café con nuestros antepasados.
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