Hace como unos cinco años fui testigo en un mismo día de dos casos de personas que dejaron sus trabajo pero en diferentes contextos; por un lado un Gerente de un área de complace, que ante un altercado con su jefe renunciaba en ese día, vociferaba y gritaba que “no estaba renunciando a la empresa, que estaba renunciando a su jefe”, y por el otro, una Supervisora de sistemas que le habían ofrecido una mejor posición desde hacía 2 semanas en otra empresa y desde que supo que se iría siempre dijo que se iba por “algo mejor”; hoy en día la posibilidad de que alguno de estas dos formas de renunciar sucedan, es casi nula debido al Quiet Quitting.
Empecemos diciendo que el Quiet Quitting no es un fenómeno nuevo, pero ha ganado fuerza en los últimos tiempos debido a la pandemia de COVID-19, que ha cambiado la forma en que las personas piensan sobre el trabajo y la vida, y ha hecho que muchos se replanteen sus prioridades y el valor que le otorgan al trabajo.
Al llegar la pandemia las organizaciones se vieron obligadas a modificar la modalidad de trabajo, pues las oficinas dejaron de ser necesarias debido al confinamiento que se debía cumplir, y a partir de ese momento los empleados empezaron a identificar que las labores y el trabajo se podía cumplir y realizar bajo mejores condiciones, permitiéndoles tener mayor tiempo para actividades fuera del contexto laboral, derivado de esto, muchos trabajadores decidieron renunciar de sus empleos en búsqueda de aquellas empresas que les brindarán mejores oportunidades y una de ellas era el trabajo remoto, por medio de objetivos u horas establecidas, generando un desequilibró en el ambiente laboral. Esta situación despertó el movimiento Quiet Quitting, pues muchas empresas que tenían a sus empleados como asalariados, no ponían límites en cuanto al total de horas o responsabilidades que el empleado debía cumplir. Los trabajadores, al no recibir remuneración económica ni una oportunidad de crecimiento dentro de la empresa, decidieron limitarse a sólo cumplir con lo establecido en su contrato y no dar más horas, ideas o esfuerzo, pues no era reconocido ni pagado.
Algunas de las situaciones más comunes que orillan a un QQ son:
Es importante destacar que el Quiet Quitting no es necesariamente una práctica nueva, y es posible que haya existido en México durante mucho tiempo pero ahora se ha vuelto más evidente por las razones expuestas.
Escrito por:
Vicente Cañedo Loman
@VinxCanedo
- Un empleado que no está satisfecho con su trabajo y decide buscar nuevas oportunidades laborales, pero en lugar de presentar su renuncia formalmente, comienza a buscar trabajo en secreto y una vez que encuentra un nuevo trabajo, simplemente deja su trabajo anterior sin hacer una gran escena.
- Un empleado que se siente incómodo en su lugar de trabajo debido a problemas de acoso o discriminación y decide dejar su trabajo de manera discreta, sin informar a sus superiores sobre los problemas, busca un nuevo trabajo y deja su trabajo actual sin hacer ruido.
- Un empleado que quiere dejar su trabajo debido a conflictos con sus compañeros de trabajo o superiores y decide hacerlo de manera discreta para evitar cualquier tipo de conflicto o represalia, simplemente encuentra un nuevo trabajo y deja el trabajo actual sin hacer una gran escena.
- Un empleado que no está de acuerdo con las condiciones laborales actuales y decide buscar nuevas oportunidades laborales con mejores condiciones, y una vez que lo encuentra, simplemente deja su trabajo de un día para otro.
- 34% de la población trabajadora del país se limita a hacer únicamente lo que le corresponde en su puesto, esto quiere decir que no realizan ninguna aportación adicional, pues su prioridad es cuidar su salud mental y su vida personal.
- 29% de los encuestados ha decidido llevar a cabo la renuncia silenciosa, debido a los bajos sueldos y la falta de incremento salarial, por esta razón realizan el mínimo esfuerzo en sus empleos actuales.
- 26% asegura que llevaría a cabo la renuncia silenciosa por malos liderazgos y ambiente tóxico.
- 11% deja de esforzarse por la falta de reconocimiento por parte de la empresa.
- 43% piensa que dar el máximo esfuerzo no asegura un ascenso o aumento de sueldo, por lo que están decepcionados y se limitan a no dar más de lo que la empresa les reditúa económicamente.
Es importante destacar que el Quiet Quitting no es necesariamente una práctica nueva, y es posible que haya existido en México durante mucho tiempo pero ahora se ha vuelto más evidente por las razones expuestas.
Escrito por:
Vicente Cañedo Loman
@VinxCanedo