La novela ‘Zama’ (1956) de Antonio Di Benedetto.
Nota: También la hicieron película 🎥 ( No la vi)
Chupirul Coqueto “Caipiriña de Fresa y Kiwi Con Vodka”
1 limón
1/2 kiwi en cubitos
2 fresas
2 sobres de Canderel®
1 taza de hielo
2 onzas de vodka Stolichnaya
1 Chorrito de agua mineral Topo Chico
1 fresa para decorar
1 rodaja de kiwi para decorar
Análisis de Zama
Antonio Di Benedetto aborda a través de un contexto específico, la colonia española en el Cono Sur de América, problemas que involucran a todo ser humano: la espera, el vacío, el poder impenetrable y la futilidad (para los del Conalep.- Cosa inútil o de poca importancia (el vale madres) de la vida. Cuestiona una identidad propia frente a lo ajeno, una agonía que la novela trae consigo de forma tan pausada como amenazante.
Es cierto que el inicio de la novela nos propone una lectura concreta. El intertexto que versa: «A las víctimas de la espera», se vuelve un absoluto que es imposible de eludir. Diego Zama, funcionario de la colonia española, está esperando un traslado que nunca llega. Pero también, el tiempo de la narración nos propone otra lectura.
La novela se divide en tres apartados bajo el título de “1790”, “1794” y “1799”. Situar el existencialismo, los eventos alucinatorios, por momentos lo irreal, en la percepción de Diego Zama a fines del siglo XVIII, es un gesto que de forma inevitable cuestiona el romanticismo argentino que surge en el siglo XIX y en el que la literatura argentina comenzó a circunscribirse.
La operación en Zama se instala poco antes de la aparición de ese movimiento literario en el que Esteban Echeverría fue pionero. Sin dudas, revisar ese canon desde mediados del siglo XX, donde la irrupción de lo fantástico pretendía cuestionar justamente la identificación romanticista de la literatura argentina y el acontecer de las problemáticas sociopolíticas del siglo XIX, de la coyuntura gauchesca, de la civilización y de la barbarie, significa desterritorializar la literatura argentina y la construcción del sujeto criollo.
Cómo ya se les conté Zama, se pueden encontrar distintos núcleos narrativos: “1790” y el deseo, la experimentación sexual y el erotismo; “1794” y las apariciones, lo fantástico, la alucinación, y “1799” y la captura de Vicuña Porto, hombre “desleal” que contribuyó al alzamiento de los indios.( conste que es políticamente correcto llamarles Indios, a los Indios)
No obstante, las respectivas secciones se ven interceptadas por la espera absurda, por los propósitos que se pone Diego Zama, o que le impone el contexto, para sobrevivir frente a un deseo imposible: su traslado a Buenos Aires. En el transcurso de la novela, el protagonista comparte la pasividad, la aceptación frente a su destino truncado e incluso la versatilidad que suponen buscar otras metas para poder vivir en una espera insoportable que hacen del personaje principal una biografía de su decadencia.
En ese sentido, la condición de súbdito de la corona española hace que él siempre busque una aspiración que lo vuelva a colocar en ese pasado ideal donde era un corregidor. Pero, no sólo no lo logra sino que también su vida se ve atravesada por una pérdida de identidad.
El nunca de los nuncas consigue llegar a Buenos Aires, es interesante porque cuantos de nosotros nos quedamos así, como en un ciclo interminable con el mismo plan o sueño, mientras toda nuestra vida pasa, sin que ese sueño ocurra.
Identifíquelo como mejor se adapte a cada quien, sin embargo con un chupirul coqueto, es claro que ante el estado etílico surge está referencia, en mi caso son dos: la búsqueda del amor de pareja y ser diputado, por aquello de la canción de Olaf en frozen!!!
Salud en este jueves, para todos y cuénteme, ¿Cuáles son sus sueños cíclicos que nunca se cumplen?
Gabriel Cervantes Laguna
Nota: También la hicieron película 🎥 ( No la vi)
Chupirul Coqueto “Caipiriña de Fresa y Kiwi Con Vodka”
1 limón
1/2 kiwi en cubitos
2 fresas
2 sobres de Canderel®
1 taza de hielo
2 onzas de vodka Stolichnaya
1 Chorrito de agua mineral Topo Chico
1 fresa para decorar
1 rodaja de kiwi para decorar
Análisis de Zama
Antonio Di Benedetto aborda a través de un contexto específico, la colonia española en el Cono Sur de América, problemas que involucran a todo ser humano: la espera, el vacío, el poder impenetrable y la futilidad (para los del Conalep.- Cosa inútil o de poca importancia (el vale madres) de la vida. Cuestiona una identidad propia frente a lo ajeno, una agonía que la novela trae consigo de forma tan pausada como amenazante.
Es cierto que el inicio de la novela nos propone una lectura concreta. El intertexto que versa: «A las víctimas de la espera», se vuelve un absoluto que es imposible de eludir. Diego Zama, funcionario de la colonia española, está esperando un traslado que nunca llega. Pero también, el tiempo de la narración nos propone otra lectura.
La novela se divide en tres apartados bajo el título de “1790”, “1794” y “1799”. Situar el existencialismo, los eventos alucinatorios, por momentos lo irreal, en la percepción de Diego Zama a fines del siglo XVIII, es un gesto que de forma inevitable cuestiona el romanticismo argentino que surge en el siglo XIX y en el que la literatura argentina comenzó a circunscribirse.
La operación en Zama se instala poco antes de la aparición de ese movimiento literario en el que Esteban Echeverría fue pionero. Sin dudas, revisar ese canon desde mediados del siglo XX, donde la irrupción de lo fantástico pretendía cuestionar justamente la identificación romanticista de la literatura argentina y el acontecer de las problemáticas sociopolíticas del siglo XIX, de la coyuntura gauchesca, de la civilización y de la barbarie, significa desterritorializar la literatura argentina y la construcción del sujeto criollo.
Cómo ya se les conté Zama, se pueden encontrar distintos núcleos narrativos: “1790” y el deseo, la experimentación sexual y el erotismo; “1794” y las apariciones, lo fantástico, la alucinación, y “1799” y la captura de Vicuña Porto, hombre “desleal” que contribuyó al alzamiento de los indios.( conste que es políticamente correcto llamarles Indios, a los Indios)
No obstante, las respectivas secciones se ven interceptadas por la espera absurda, por los propósitos que se pone Diego Zama, o que le impone el contexto, para sobrevivir frente a un deseo imposible: su traslado a Buenos Aires. En el transcurso de la novela, el protagonista comparte la pasividad, la aceptación frente a su destino truncado e incluso la versatilidad que suponen buscar otras metas para poder vivir en una espera insoportable que hacen del personaje principal una biografía de su decadencia.
En ese sentido, la condición de súbdito de la corona española hace que él siempre busque una aspiración que lo vuelva a colocar en ese pasado ideal donde era un corregidor. Pero, no sólo no lo logra sino que también su vida se ve atravesada por una pérdida de identidad.
El nunca de los nuncas consigue llegar a Buenos Aires, es interesante porque cuantos de nosotros nos quedamos así, como en un ciclo interminable con el mismo plan o sueño, mientras toda nuestra vida pasa, sin que ese sueño ocurra.
Identifíquelo como mejor se adapte a cada quien, sin embargo con un chupirul coqueto, es claro que ante el estado etílico surge está referencia, en mi caso son dos: la búsqueda del amor de pareja y ser diputado, por aquello de la canción de Olaf en frozen!!!
Salud en este jueves, para todos y cuénteme, ¿Cuáles son sus sueños cíclicos que nunca se cumplen?
Gabriel Cervantes Laguna