
Ultra notota.-El amante japonés, Isabel Allende cuenta la leyenda que se inspiró de una conversación, en el transcurso de un paseo con una amiga en Nueva York, cuando hablaban de sus madres y la amiga le contó que la suya había tenido un amante por más de 40 años ( ¿Qué chismosa amiga no? ), un jardinero japonés. El resto lo hizo la fértil imaginación de la escritora que publica con una frecuencia impresionante así como cuando se hacen tortillas.
El amante japonés (2015) es una novela corta y muy realista que se lee con placer porque Allende es muy amena, me dejó maravillado; encontré que el personaje de Alma Mendel una mujer bastante antipática para conocer, muy centrada en si misma( digamos como en la actualidad las empoderadas que se la creen que por su condición de mujer, nos interesa conocer su currículum y lo exitosas que son, cuando en la realidad solo nos gustaron, algunas dirían que nos vamos por el bulto o la carne y pues si) incapaz de afrontar su destino su pena de perder su seguridad material, emocional, física, y con un miedo tremendo a sentirse el objeto de deseo de un hombre, en síntesis demasiado controlada y por momentos hasta pesada.
Hay varias historias de amor en el libro, entre la cuales la más destacada es la de la protagonista Alma Mendel con un descendiente de japonés, Ichimei Fukuda; una historia que va a perdurar a lo largo de sus vidas aunque de manera escondida porque son de clases sociales diferentes y en aquella época los matrimonios interraciales eran también mal vistos (aunque posibles). Es una novela sobre el amor y sobre la vejez con muchísima ternura y la escritora dijo un día que « enamorarse de otro supera cualquier edad ».
Esta novela aborda temas muy variados pero, actuales y peliagudos como la vejez y la posibilidad de amar aún sin estar juntos, los hogares de ancianos como espacios de libertad y de tolerancia, la relación entre las generaciones, la persecución de los judíos durante la segunda guerra mundial, los campos de concentración para japoneses en el territorio norteamericano luego del ataque de Pearl Harbor en 1941, la droga, la pornografía infantil, la homosexualidad, la eutanasia y la muerte.
Ojo el tema de los campos de concentración para japoneses es un tema que se ventila desde hace poco y que se conoce aún más poco, porque se ha necesitado un par de generaciones para que los descendientes de aquellos japoneses se decidan a hablar del tema; les resulta humillante y deshonroso, porque al japonés no le gusta “perder el honor” hay una frase que no recuerdo bien donde la escuche de a ver si me ayudan que dice “Molil con Honol o Vivil con velgüenza”, para el caso es que prefiere la omisión y el olvido.
Pero Isabel Allende no es la primera escritora que evoca este desliz en la Historia de los EEUU. Lo hizo antes la japonesa-americana Julie Otsuka en su libro de 2011 Buda en el ático (donde cuenta que 11 000 japoneses fueron internados en campos de concentración en territorios de Washington, Oregon y Colorado; incluso habla del mismo campo que cita Isabel Allende en el libro, el campo de Topaz en Utah. El otro libro es de Ruth Ozeki una escritora americano canadiense El efecto del aleteo de una mariposa en Japón de 2013, que también evoca deportaciones japonesas en una isla canadiense donde sucede la acción.
Y eso porque me acordé y luego me salgo del tema así funciona mi mente en múltiversos, pero eso como diría la nana Goya es otra historia, lo que quiero tratar aquí es el modelo de Amor que se presenta en el libro, ya que elegí este título para análisis de esta semana después de que en el transcurso de la misma me cuestionaban que como entendía Yo el amor.
Así qué hay les va, no sin antes, pegarle al frasco con un súper Chupirul Coqueto para paladares exigentes!!!
Chupirul Coqueto Old Fashioned
Es curioso, pero el Old Fashioned puede ser a la vez el coctel más masculino que puedas pedir o una bebida que puede tomar tu abuela, esto gracias a que su formulación es tan simple y elástica que permite que quien lo prepare deje su impronta en él, lo que muchas veces genera abominaciones inexcusables, así como las relaciones hombre mujer y ahora todas su variaciones.
Ingredientes para un Old Fashioned
2 oz / 60 ml de Bourbon Jim Beam
3 chorritos de Angostura (Aperitivo Angostura Aromatic Bitters, lo encontré en la Europea)
1 terrón de azúcar blanca
½ oz /15 ml Agua helada casi congelada
1 cereza (opcional)
Piel de naranja para decorar
Instrucciones paso a paso
En el interior de un vaso de whisky (Old Fashioned) se sitúa el terrón de azúcar, sobre el mismo deja caer unos dos o tres chorritos de angostura.
Añade el agua al vaso y con ayuda de machacador disuelve el azúcar hasta tener un jarabe te quedará medio rojizo.
A continuación añade 2 o 3 cubos de hielo y 1 onza /30 ml de bourbon, añadimos el bourbon en dos etapas para controlar la dilución final de la bebida.
Revuelve todo suavemente con una cuchara de coctel.
Añade otros 2 o 3 cubos de hielo y el resto del bourbon, y vuelve a mezclar todo.
A continuación añade la cáscara de naranja, es una buena idea retorcerla un poco antes de introducirla a la bebida para ayudar a salir los aceites esenciales de la naranja.
Revuelve una vez más.
Como guarnición opcional puedes añadir una cereza en almíbar, no le aportara demasiado sabor, pero ayuda a tener una presentación más atractiva.
Análisis literario.- De la trama de El amante japonés sucede en 2010 con constantes flash backs hacia el pasado para explicarnos la historia de Alma, sus parientes y la historia de Ichimei Fukuda. A mi no me costó entrar en la narración, pero poco a poco se me fue volviendo algo pesada, encontrando que la permanente inserción de cortas cartas de amor de Ichimei no aportaban nada relevante a la historia.
La antipática Alma (para mi) decide a los 80 años abandonar su lujosa residencia de Sea Cliff e instalarse en una residencia de ancianos muy connotada donde se puede evitar los peores flagelos de la vejez: la soledad y la pobreza (hay una lista de espera para los happy few seleccionados) , esto como una manera de despojarse de los lazos materiales y prepararse muy dignamente a la salida final sin retorno. También ella quiere vivir sus últimos años en total libertad y acercarse a Ichimei, el amor de su vida. Aquí el libro trata de manera muy acertada sobre la vida de personas de la tercera o cuarta edad mostrando con agudeza, elegancia y pundonor que esta etapa de la vida no es el fin del viaje, sino que puede ser muy activa y rica; hasta el amor físico es evocado sin entrar en detalles íntimos. Por este lado, se puede decir que El amante japonés es un libro de auto-ayuda. Isabel Allende tiene hoy más de 70 años y probablemente ha plasmado en el libro muchas de sus ideas.
La novela toca otro tema doloroso, el del desarraigo, tema que debe conocer bien Isabel Allende. Es el desarraigo de Alma Mendel que llegó a USA huyendo desde Polonia la atrocidad de los campos de exterminio para judíos ya que sus padres la enviaron al principio de la SGM a los EEUU a casa de los tíos Belasco ( si neta así con B de burro); el desarraigo de Ichimei Fukuda, hijo de japoneses; el desarraigo de la extraña chica moldava Irina Bazili que se ocupará de Alma en la residencia de ancianos.
Es un libro bonito y que suena justo y realista, como si la escritora echara de menos la inmortalidad de la juventud y que el tema de la vejez y de la muerte la tiene sin cuidado. Página 197 se lee…esta es la etapa más frágil y difícil de la vida porque empeora con el paso de los días y no tiene más futuro que la muerte…
Y para los incondicionales que añoran el realismo mágico de esta escritora, paladina del género, sepan que el final del libro les depara una sorpresa que les recordará el estilo de La casa de los espíritus…
La historia es de amor entre la joven Alma y el jardinero japonés Ichimei conduce al lector por un recorrido a través de diversos escenarios que van desde la Polonia de la Segunda Guerra Mundial hasta el San Francisco de nuestros días.
«A los veintidós años, sospechando que tenían el tiempo contado, Ichimei y Alma se atragantaron de amor para consumirlo entero, pero mientras más intentaban agotarlo, más imprudente era el deseo, y quien diga que todo fuego se apaga solo tarde o temprano, se equivoca: hay pasiones que son incendios hasta que las ahoga el destino de un zarpazo y aun así quedan brasas calientes listas para arder apenas se les da oxígeno.»
El amor y la amistad no envejecen. El punto de partida de la historia es LarkHouse, una casa destinada a personas mayores que deciden pasar la última etapa de su vida en un espacio común. De todos los personajes pintorescos con los que nos cruzamos en este espacio, hay uno en particular que va a convertirse en protagonista de la novela: Alma, quien aprovecha su estancia en el asilo para poner orden a su vida con la ayuda de su asistente Irina y de su nieto Seth. La historia traslada al lector a la niñez de Alma, cuando sus padres quieren alejara su hija de los peligros del malestar que vive Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Deciden que Alma se vaya a vivir a San Francisco con sus tíos, los Belasco, y allí, gracias a la excelente relación que su tío Isaac mantiene con la familia Fukuda, de origen japonés, conocerá AIchimei, con quien que vivirá una intensa historia de amor. Truncada por los severos conflictos sociales de la época, esta pasión compartida sobrepasará los límites del amor, llevándolos a enfrentar vidas paralelas y optar por la clandestinidad.
Por eso elegir este libro para exponer una tipo de amor más maduro más en una mediana edad, en donde las personas ya están armadas y cada quién tiene sus propias responsabilidades, varias derivadas de relaciones anteriores:
Pienso que en la pareja hay momentos que sólo se harán eternos por su propia complicidad, son momentos y recuerdos que se quedan grabados en la eternidad.
Cada pareja forja su lenguaje propio, su propio código encriptado, señales y jeroglíficos para comunicarse por encima de todos los demás, ése que solo ellos entienden más allá de las especulaciones banales, más allá de los juicios terrenales, más allá incluso de su percepción del universo. Aunque su fe sea distinta trascienden en la eternidad por el amor, por la bondad y por la filosofía de vida que los unió y que nada podrá borrar a pesar de otras personas. Hay amores que viven y hacen eco en la eternidad ( como diría el Gladiador)más allá de lo que puedan decir o juzgar quienes no lo vivieron porque no son merecedores de un amor igual.
Porque no entienden que el amor es más fuerte que el ego y el juicio de los que nunca han amado de verdad. Porque nadie se ha atrevido a defender su amor como ellos y eso los hace eternos e indestructibles, no es que seas carne solamente, sino que tengas la capacidad de entrega de esa carne sin nada más que amor, al final o nos quedará nada más.
El amor y la apasionada entrega es cosa de valientes!!!, así que díganle que Sí, a la aventura que aún, sin sentido los puede llevar a encontrar ese amor, y ya con su chupirul Coqueto y atrévanse a sentirlo no importa la edad, ya sea fugaz o eterno.
Si manejan no lean no sean burros!!
Hasta la próxima!!!
Gabriel Cervantes Laguna
El amante japonés (2015) es una novela corta y muy realista que se lee con placer porque Allende es muy amena, me dejó maravillado; encontré que el personaje de Alma Mendel una mujer bastante antipática para conocer, muy centrada en si misma( digamos como en la actualidad las empoderadas que se la creen que por su condición de mujer, nos interesa conocer su currículum y lo exitosas que son, cuando en la realidad solo nos gustaron, algunas dirían que nos vamos por el bulto o la carne y pues si) incapaz de afrontar su destino su pena de perder su seguridad material, emocional, física, y con un miedo tremendo a sentirse el objeto de deseo de un hombre, en síntesis demasiado controlada y por momentos hasta pesada.
Hay varias historias de amor en el libro, entre la cuales la más destacada es la de la protagonista Alma Mendel con un descendiente de japonés, Ichimei Fukuda; una historia que va a perdurar a lo largo de sus vidas aunque de manera escondida porque son de clases sociales diferentes y en aquella época los matrimonios interraciales eran también mal vistos (aunque posibles). Es una novela sobre el amor y sobre la vejez con muchísima ternura y la escritora dijo un día que « enamorarse de otro supera cualquier edad ».
Esta novela aborda temas muy variados pero, actuales y peliagudos como la vejez y la posibilidad de amar aún sin estar juntos, los hogares de ancianos como espacios de libertad y de tolerancia, la relación entre las generaciones, la persecución de los judíos durante la segunda guerra mundial, los campos de concentración para japoneses en el territorio norteamericano luego del ataque de Pearl Harbor en 1941, la droga, la pornografía infantil, la homosexualidad, la eutanasia y la muerte.
Ojo el tema de los campos de concentración para japoneses es un tema que se ventila desde hace poco y que se conoce aún más poco, porque se ha necesitado un par de generaciones para que los descendientes de aquellos japoneses se decidan a hablar del tema; les resulta humillante y deshonroso, porque al japonés no le gusta “perder el honor” hay una frase que no recuerdo bien donde la escuche de a ver si me ayudan que dice “Molil con Honol o Vivil con velgüenza”, para el caso es que prefiere la omisión y el olvido.
Pero Isabel Allende no es la primera escritora que evoca este desliz en la Historia de los EEUU. Lo hizo antes la japonesa-americana Julie Otsuka en su libro de 2011 Buda en el ático (donde cuenta que 11 000 japoneses fueron internados en campos de concentración en territorios de Washington, Oregon y Colorado; incluso habla del mismo campo que cita Isabel Allende en el libro, el campo de Topaz en Utah. El otro libro es de Ruth Ozeki una escritora americano canadiense El efecto del aleteo de una mariposa en Japón de 2013, que también evoca deportaciones japonesas en una isla canadiense donde sucede la acción.
Y eso porque me acordé y luego me salgo del tema así funciona mi mente en múltiversos, pero eso como diría la nana Goya es otra historia, lo que quiero tratar aquí es el modelo de Amor que se presenta en el libro, ya que elegí este título para análisis de esta semana después de que en el transcurso de la misma me cuestionaban que como entendía Yo el amor.
Así qué hay les va, no sin antes, pegarle al frasco con un súper Chupirul Coqueto para paladares exigentes!!!
Chupirul Coqueto Old Fashioned
Es curioso, pero el Old Fashioned puede ser a la vez el coctel más masculino que puedas pedir o una bebida que puede tomar tu abuela, esto gracias a que su formulación es tan simple y elástica que permite que quien lo prepare deje su impronta en él, lo que muchas veces genera abominaciones inexcusables, así como las relaciones hombre mujer y ahora todas su variaciones.
Ingredientes para un Old Fashioned
2 oz / 60 ml de Bourbon Jim Beam
3 chorritos de Angostura (Aperitivo Angostura Aromatic Bitters, lo encontré en la Europea)
1 terrón de azúcar blanca
½ oz /15 ml Agua helada casi congelada
1 cereza (opcional)
Piel de naranja para decorar
Instrucciones paso a paso
En el interior de un vaso de whisky (Old Fashioned) se sitúa el terrón de azúcar, sobre el mismo deja caer unos dos o tres chorritos de angostura.
Añade el agua al vaso y con ayuda de machacador disuelve el azúcar hasta tener un jarabe te quedará medio rojizo.
A continuación añade 2 o 3 cubos de hielo y 1 onza /30 ml de bourbon, añadimos el bourbon en dos etapas para controlar la dilución final de la bebida.
Revuelve todo suavemente con una cuchara de coctel.
Añade otros 2 o 3 cubos de hielo y el resto del bourbon, y vuelve a mezclar todo.
A continuación añade la cáscara de naranja, es una buena idea retorcerla un poco antes de introducirla a la bebida para ayudar a salir los aceites esenciales de la naranja.
Revuelve una vez más.
Como guarnición opcional puedes añadir una cereza en almíbar, no le aportara demasiado sabor, pero ayuda a tener una presentación más atractiva.
Análisis literario.- De la trama de El amante japonés sucede en 2010 con constantes flash backs hacia el pasado para explicarnos la historia de Alma, sus parientes y la historia de Ichimei Fukuda. A mi no me costó entrar en la narración, pero poco a poco se me fue volviendo algo pesada, encontrando que la permanente inserción de cortas cartas de amor de Ichimei no aportaban nada relevante a la historia.
La antipática Alma (para mi) decide a los 80 años abandonar su lujosa residencia de Sea Cliff e instalarse en una residencia de ancianos muy connotada donde se puede evitar los peores flagelos de la vejez: la soledad y la pobreza (hay una lista de espera para los happy few seleccionados) , esto como una manera de despojarse de los lazos materiales y prepararse muy dignamente a la salida final sin retorno. También ella quiere vivir sus últimos años en total libertad y acercarse a Ichimei, el amor de su vida. Aquí el libro trata de manera muy acertada sobre la vida de personas de la tercera o cuarta edad mostrando con agudeza, elegancia y pundonor que esta etapa de la vida no es el fin del viaje, sino que puede ser muy activa y rica; hasta el amor físico es evocado sin entrar en detalles íntimos. Por este lado, se puede decir que El amante japonés es un libro de auto-ayuda. Isabel Allende tiene hoy más de 70 años y probablemente ha plasmado en el libro muchas de sus ideas.
La novela toca otro tema doloroso, el del desarraigo, tema que debe conocer bien Isabel Allende. Es el desarraigo de Alma Mendel que llegó a USA huyendo desde Polonia la atrocidad de los campos de exterminio para judíos ya que sus padres la enviaron al principio de la SGM a los EEUU a casa de los tíos Belasco ( si neta así con B de burro); el desarraigo de Ichimei Fukuda, hijo de japoneses; el desarraigo de la extraña chica moldava Irina Bazili que se ocupará de Alma en la residencia de ancianos.
Es un libro bonito y que suena justo y realista, como si la escritora echara de menos la inmortalidad de la juventud y que el tema de la vejez y de la muerte la tiene sin cuidado. Página 197 se lee…esta es la etapa más frágil y difícil de la vida porque empeora con el paso de los días y no tiene más futuro que la muerte…
Y para los incondicionales que añoran el realismo mágico de esta escritora, paladina del género, sepan que el final del libro les depara una sorpresa que les recordará el estilo de La casa de los espíritus…
La historia es de amor entre la joven Alma y el jardinero japonés Ichimei conduce al lector por un recorrido a través de diversos escenarios que van desde la Polonia de la Segunda Guerra Mundial hasta el San Francisco de nuestros días.
«A los veintidós años, sospechando que tenían el tiempo contado, Ichimei y Alma se atragantaron de amor para consumirlo entero, pero mientras más intentaban agotarlo, más imprudente era el deseo, y quien diga que todo fuego se apaga solo tarde o temprano, se equivoca: hay pasiones que son incendios hasta que las ahoga el destino de un zarpazo y aun así quedan brasas calientes listas para arder apenas se les da oxígeno.»
El amor y la amistad no envejecen. El punto de partida de la historia es LarkHouse, una casa destinada a personas mayores que deciden pasar la última etapa de su vida en un espacio común. De todos los personajes pintorescos con los que nos cruzamos en este espacio, hay uno en particular que va a convertirse en protagonista de la novela: Alma, quien aprovecha su estancia en el asilo para poner orden a su vida con la ayuda de su asistente Irina y de su nieto Seth. La historia traslada al lector a la niñez de Alma, cuando sus padres quieren alejara su hija de los peligros del malestar que vive Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Deciden que Alma se vaya a vivir a San Francisco con sus tíos, los Belasco, y allí, gracias a la excelente relación que su tío Isaac mantiene con la familia Fukuda, de origen japonés, conocerá AIchimei, con quien que vivirá una intensa historia de amor. Truncada por los severos conflictos sociales de la época, esta pasión compartida sobrepasará los límites del amor, llevándolos a enfrentar vidas paralelas y optar por la clandestinidad.
Por eso elegir este libro para exponer una tipo de amor más maduro más en una mediana edad, en donde las personas ya están armadas y cada quién tiene sus propias responsabilidades, varias derivadas de relaciones anteriores:
Pienso que en la pareja hay momentos que sólo se harán eternos por su propia complicidad, son momentos y recuerdos que se quedan grabados en la eternidad.
Cada pareja forja su lenguaje propio, su propio código encriptado, señales y jeroglíficos para comunicarse por encima de todos los demás, ése que solo ellos entienden más allá de las especulaciones banales, más allá de los juicios terrenales, más allá incluso de su percepción del universo. Aunque su fe sea distinta trascienden en la eternidad por el amor, por la bondad y por la filosofía de vida que los unió y que nada podrá borrar a pesar de otras personas. Hay amores que viven y hacen eco en la eternidad ( como diría el Gladiador)más allá de lo que puedan decir o juzgar quienes no lo vivieron porque no son merecedores de un amor igual.
Porque no entienden que el amor es más fuerte que el ego y el juicio de los que nunca han amado de verdad. Porque nadie se ha atrevido a defender su amor como ellos y eso los hace eternos e indestructibles, no es que seas carne solamente, sino que tengas la capacidad de entrega de esa carne sin nada más que amor, al final o nos quedará nada más.
El amor y la apasionada entrega es cosa de valientes!!!, así que díganle que Sí, a la aventura que aún, sin sentido los puede llevar a encontrar ese amor, y ya con su chupirul Coqueto y atrévanse a sentirlo no importa la edad, ya sea fugaz o eterno.
Si manejan no lean no sean burros!!
Hasta la próxima!!!
Gabriel Cervantes Laguna