Desayuno en Tiffany’s, de Truman Capote
Leí Desayuno en Tiffany’s anoche. Son apenas cien páginas y, gracias a la prosa de Capote, la lectura es realmente es ágil y sencilla.
Así que al meterme en la cama después de festejar mi cumpleaños, con mis críos, comencé a leerlo y ya no pude parar hasta que lo terminé. A todos nos ha pasado, ¿verdad? “Sólo un capítulo más.” Y de repente te das cuenta de que estás en la última página. Eran las cuatro y pico de la madrugada cuando me ocurrió eso mismo, menos mal que al día siguiente sigue la pandemia y todo es por videoconferencia, así que prácticamente me deslizo de la cama “tantita agūita, una chainiadita” y listo nadie nota que estás aún casi dormido, y desayunando mimosas, mientras estás en la reunión a distancia, eso sí con mis famosas ojeras de lector.
Chupirul Coqueto “Cóctel Mimosa”
Descripción histórica
En 1961 el Sydney Morning Herald informo que la Reina Isabel II su madre y el Duque de Edimburgo había adoptado como su favorito un cóctel de champagne llamado ‘Mimosa’ y pues si Chavelita lo toma, quién soy yo, para contradecir a su Majesty.
Ingredientes para 6 personas
* 500 ml de cava semi seco, champagne Moet
* 500 ml de zumo de naranja
* 60 ml de Gran Marnier o licor triple seco.
1. Prepara el zumo de naranja natural, o compra zumo que no proceda de concentrado, ya que el sabor no queda igual.
2. En una jarra o recipiente añade el zumo de naranja y el licor Grand Marnier. Agrega el cava y vuelve a mezclar.
3. Verter en copas tipo flauta.
Análisis de «Desayuno en Tiffany’s, de Truman Capote»
El libro me ha requeteencantado, pero eso ya lo sabía yo. Cómo no iba a gustarme si Truman Capote es un genio, si ya he disfrutado anteriormente de su talento y además, tenía el referente de la película de Blake Edwards. Era obvio, esto no podía salir mal.
Esta edición es especial primero porque fue mi regalo de cumpleaños de parte de la Marion y Segundo porque cuenta con las ilustraciones de la canadiense Karen Klassen. Unas ilustraciones muy vintages, muy coloridas y originales. En sus dibujos se nota que también ha trabajado en el mundo de la moda.
Lo primero que me llamó la atención fue la portada, en la que aparece una joven Holly Golightly con su típico vestido negro, sus guantes, sus perlas y su cigarrillo.
Pero, esta Holly tiene el pelo corto y rubio. Claro, todos tenemos en la cabeza a la preciosa Audrey Hepburn interpretando este papel y de rubia no tiene nada. Pero sí, según Capote, la Holly original llevaba el pelo cortado como un niño y teñido de varias tonalidades de rubio. De hecho, Truman Capote tenía en mente a Marilyn Monroe mientras escribía este personaje. En un principio iba a ser ella quien diera vida a Holly, pero su profesor de teatro le recomendó que no lo aceptase, pues no le daría buena fama interpretar a una acompañante (no mms, perdón pero me salió del alma). Así que, finalmente, el mítico papel se lo llevó la Hepburn. Esto explica las diferencias que he encontrado entre el libro y la película, empezando por el color de pelo de la protagonista. La Holly del libro es más “Mecapalera de Tacubaya” y menos refinada. Audrey Hepburn, en Desayuno con diamantes, es pura elegancia. No sólo por su forma de vestir, sino por sus modales, su forma de hablar y su saber estar. Lo cual no quita para que el personaje siga siendo el de una jovencita bastante descarada y en mi opinión brillantemente interpretado. No son solo éstas las diferencias. La historia en sí, difiere entre el libro y la película. También la historia final del gato al que Holly pertenece es diferente. Hay personajes que en la película no aparecen y sucesos que nunca se filmaron. Pero la esencia de Desayuno en Tiffany’s está en la película, ese aura elegante que sólo Capote pudo inventar.
Ahora, además de que la película siga siendo una de mis preferidas, también lo será el libro. Truman Capote escribe como los dioses, si se me permite la comparación divina. Yo de grande quiero ser como él.
Hoy justamente mis primeros 53 años, así qué hay Wero, para largo, y quiero festejar junto con todos Ustedes, mi cumpleaños así que levantemos la copita del chupirul Coqueto Mimosa, bebida muy clásica pal desayuno y brindemos por la vida, por los amigos y todos los que están en el mud breakfast at tiffany's
Si manejan no lean no sean burros, hasta la próxima!!
Hasta la próximo jueves literario!!
Gabriel Cervantes Laguna.
Leí Desayuno en Tiffany’s anoche. Son apenas cien páginas y, gracias a la prosa de Capote, la lectura es realmente es ágil y sencilla.
Así que al meterme en la cama después de festejar mi cumpleaños, con mis críos, comencé a leerlo y ya no pude parar hasta que lo terminé. A todos nos ha pasado, ¿verdad? “Sólo un capítulo más.” Y de repente te das cuenta de que estás en la última página. Eran las cuatro y pico de la madrugada cuando me ocurrió eso mismo, menos mal que al día siguiente sigue la pandemia y todo es por videoconferencia, así que prácticamente me deslizo de la cama “tantita agūita, una chainiadita” y listo nadie nota que estás aún casi dormido, y desayunando mimosas, mientras estás en la reunión a distancia, eso sí con mis famosas ojeras de lector.
Chupirul Coqueto “Cóctel Mimosa”
Descripción histórica
En 1961 el Sydney Morning Herald informo que la Reina Isabel II su madre y el Duque de Edimburgo había adoptado como su favorito un cóctel de champagne llamado ‘Mimosa’ y pues si Chavelita lo toma, quién soy yo, para contradecir a su Majesty.
Ingredientes para 6 personas
* 500 ml de cava semi seco, champagne Moet
* 500 ml de zumo de naranja
* 60 ml de Gran Marnier o licor triple seco.
1. Prepara el zumo de naranja natural, o compra zumo que no proceda de concentrado, ya que el sabor no queda igual.
2. En una jarra o recipiente añade el zumo de naranja y el licor Grand Marnier. Agrega el cava y vuelve a mezclar.
3. Verter en copas tipo flauta.
Análisis de «Desayuno en Tiffany’s, de Truman Capote»
El libro me ha requeteencantado, pero eso ya lo sabía yo. Cómo no iba a gustarme si Truman Capote es un genio, si ya he disfrutado anteriormente de su talento y además, tenía el referente de la película de Blake Edwards. Era obvio, esto no podía salir mal.
Esta edición es especial primero porque fue mi regalo de cumpleaños de parte de la Marion y Segundo porque cuenta con las ilustraciones de la canadiense Karen Klassen. Unas ilustraciones muy vintages, muy coloridas y originales. En sus dibujos se nota que también ha trabajado en el mundo de la moda.
Lo primero que me llamó la atención fue la portada, en la que aparece una joven Holly Golightly con su típico vestido negro, sus guantes, sus perlas y su cigarrillo.
Pero, esta Holly tiene el pelo corto y rubio. Claro, todos tenemos en la cabeza a la preciosa Audrey Hepburn interpretando este papel y de rubia no tiene nada. Pero sí, según Capote, la Holly original llevaba el pelo cortado como un niño y teñido de varias tonalidades de rubio. De hecho, Truman Capote tenía en mente a Marilyn Monroe mientras escribía este personaje. En un principio iba a ser ella quien diera vida a Holly, pero su profesor de teatro le recomendó que no lo aceptase, pues no le daría buena fama interpretar a una acompañante (no mms, perdón pero me salió del alma). Así que, finalmente, el mítico papel se lo llevó la Hepburn. Esto explica las diferencias que he encontrado entre el libro y la película, empezando por el color de pelo de la protagonista. La Holly del libro es más “Mecapalera de Tacubaya” y menos refinada. Audrey Hepburn, en Desayuno con diamantes, es pura elegancia. No sólo por su forma de vestir, sino por sus modales, su forma de hablar y su saber estar. Lo cual no quita para que el personaje siga siendo el de una jovencita bastante descarada y en mi opinión brillantemente interpretado. No son solo éstas las diferencias. La historia en sí, difiere entre el libro y la película. También la historia final del gato al que Holly pertenece es diferente. Hay personajes que en la película no aparecen y sucesos que nunca se filmaron. Pero la esencia de Desayuno en Tiffany’s está en la película, ese aura elegante que sólo Capote pudo inventar.
Ahora, además de que la película siga siendo una de mis preferidas, también lo será el libro. Truman Capote escribe como los dioses, si se me permite la comparación divina. Yo de grande quiero ser como él.
Hoy justamente mis primeros 53 años, así qué hay Wero, para largo, y quiero festejar junto con todos Ustedes, mi cumpleaños así que levantemos la copita del chupirul Coqueto Mimosa, bebida muy clásica pal desayuno y brindemos por la vida, por los amigos y todos los que están en el mud breakfast at tiffany's
Si manejan no lean no sean burros, hasta la próxima!!
Hasta la próximo jueves literario!!
Gabriel Cervantes Laguna.