Este accesorio tan llamativo y curioso, existe desde al menos hace 2500 años
La peineta es un ornamento femenino eminentemente español, colocada sobre el cabello resaltando la altura y los rasgos de su portadora y suele servir de apoyo para nuestra famosa mantilla.
Este accesorio tan llamativo y curioso, existe desde al menos hace 2,500 años, pues piezas similares son las que decoran la cabeza de la Dama de Elche.
Los íberos alcanzaron gran sofisticación y establecieron relaciones comerciales con Grecia, Cartago, algunos países del Oriente y varias regiones de la zona atlántica. Ya entonces era importante la iconografía femenina, que mostraba los atuendos de la aristocracia íbera con mitras y tiaras precursoras de la peineta.
Este objeto convexo con púas que se entrelaza en el cabello o se encaja sobre un recogido, se popularizo en la España del siglo XVII, extendiéndose entonces por otros territorios del Imperio como Nápoles o México. Complemento perfecto de la mantilla española en bodas procesiones o grandes ocasiones, es crucial adecuarla a la altura de la portadora y a la de su acompañante es cuestión de etiqueta.
Antiguamente elaboradas en el carey procedente del caparazón de las tortugas, en nácar, marfil. Ahora se fabrican en metacrilato con distintos acabados y una gran ligereza. Si bien se utilizan versiones más pequeñas de la peineta, este accesorio forma ya parte indeleble del atuendo femenino clásico. Una tradicional forma de peinarse con un pequeño accesorio que resalta la feminidad.
La peineta es un ornamento femenino eminentemente español, colocada sobre el cabello resaltando la altura y los rasgos de su portadora y suele servir de apoyo para nuestra famosa mantilla.
Este accesorio tan llamativo y curioso, existe desde al menos hace 2,500 años, pues piezas similares son las que decoran la cabeza de la Dama de Elche.
Los íberos alcanzaron gran sofisticación y establecieron relaciones comerciales con Grecia, Cartago, algunos países del Oriente y varias regiones de la zona atlántica. Ya entonces era importante la iconografía femenina, que mostraba los atuendos de la aristocracia íbera con mitras y tiaras precursoras de la peineta.
Este objeto convexo con púas que se entrelaza en el cabello o se encaja sobre un recogido, se popularizo en la España del siglo XVII, extendiéndose entonces por otros territorios del Imperio como Nápoles o México. Complemento perfecto de la mantilla española en bodas procesiones o grandes ocasiones, es crucial adecuarla a la altura de la portadora y a la de su acompañante es cuestión de etiqueta.
Antiguamente elaboradas en el carey procedente del caparazón de las tortugas, en nácar, marfil. Ahora se fabrican en metacrilato con distintos acabados y una gran ligereza. Si bien se utilizan versiones más pequeñas de la peineta, este accesorio forma ya parte indeleble del atuendo femenino clásico. Una tradicional forma de peinarse con un pequeño accesorio que resalta la feminidad.