
La dalia es una flor muy apreciada por su belleza ornamental. Originaria de los bosques templados del Sur y Centro de México. Los mexicas la cultivaron y denominaron “xicaxochtl” al parecer derivada de Xicana y Xóchtl, que significa flor de jícama, por que la planta se reproduce por bulbos. Y esta considerada como la flor nacional de México.
La flor es una planta noble, ornamental, alimenticia, ceremonial y forrajera. Descubrieron propiedades nutricionales para combatir la obesidad y la diabetes.
La inulina el principal compuesto de los bulbos de esta flor ofrece amplios beneficios para la salud, ya que es una sustancia natural apta para diabéticos por que regula los niveles de azúcar en la sangre.
Una especie de dalia en particular fue la flor de Aztlan, es un sitio mítico nombrado en varias fuentes de origen novohispano del que proviene los aztecas, suele ser identificado como una isla.
Sus tubérculos son ricos en fibra dietética de bajo nivel calórico que ayudan a regular el transito intestinal mejoran la flora intestinal, alivia el estreñimiento y evita el crecimiento de agentes patógenos generadores de cáncer de colon.
Los tubérculos son ricos en inulina un polisacárido formado por moléculas que ayuda a equilibrar los niveles de insulina en la sangre y a controlar la diabetes.
El sabor es muy peculiar a una mezcla de apio, alcachofa y jicama.
La flor es una planta noble, ornamental, alimenticia, ceremonial y forrajera. Descubrieron propiedades nutricionales para combatir la obesidad y la diabetes.
La inulina el principal compuesto de los bulbos de esta flor ofrece amplios beneficios para la salud, ya que es una sustancia natural apta para diabéticos por que regula los niveles de azúcar en la sangre.
Una especie de dalia en particular fue la flor de Aztlan, es un sitio mítico nombrado en varias fuentes de origen novohispano del que proviene los aztecas, suele ser identificado como una isla.
Sus tubérculos son ricos en fibra dietética de bajo nivel calórico que ayudan a regular el transito intestinal mejoran la flora intestinal, alivia el estreñimiento y evita el crecimiento de agentes patógenos generadores de cáncer de colon.
Los tubérculos son ricos en inulina un polisacárido formado por moléculas que ayuda a equilibrar los niveles de insulina en la sangre y a controlar la diabetes.
El sabor es muy peculiar a una mezcla de apio, alcachofa y jicama.